Pablo
Neruda
Desexpediente
A
pomba está cheia de papéis caídos,
seu
peito está manchado por borrachas e semanas,
por
mata-borrões mais brancos que um cadáver
e
tintas assustadas de sua cor sinistra.
Venha
comigo à sombra das administrações,
à
débil, delicada cor pálida dos chefes,
aos
túneis profundos como calendários,
à
dolente roda de mil páginas.
Agora
examinaremos os títulos e as condições,
às
atas especiais, os zelos,
as
demandas com seus dentes de outono nauseante,
a
fúria de cinzentos destinos e tristes decisões.
É
um relato de ossos feridos,
amargas
circunstâncias e intermináveis trajes,
e
médias repentinamente sérias,
É
a noite profunda, a cabeça sem veias
de
onde de repete cai o dia
como
de uma garrafa rompida por um raio.
São
os pés e os relógios e os dedos
e
uma locomotiva de sabão moribundo,
e
um céu azedo de metal molhado,
e
um rio amarelo de sorrisos.
Tudo
chega a ponta dos dedos como flores,
a
unhas como raios, a sofás murchos,
tudo
chega à tinta da morte
e
à boca violeta dos timbres.
Choraremos
o óbito da terra e o fogo,
as
espadas, as uvas,
os
sexos com seus duros domínios de raízes,
as
naves do álcool navegando entre naves
e
o perfume que baila de noite, de joelhos,
arrastando
um planeta de rosas perfuradas.
Com
um traje de cão e uma mancha na frente
vamos
cair à profundidade dos papeis,
à
ira das palavras encadeadas,
à
manifestações tenazmente defuntas,
à
sistemas envoltos em folhas amarelas.
Rode
comigo pelos escritórios, sem rumo
cheiro
de ministérios, e tumbas, e carimbos,
Venha
comigo ao dia branco que morre
dando
gritos de noiva assassinada.
Trad.
livre: LdeM
Pablo Neruda
Desespediente
La
paloma está llena de papeles caídos,
su pecho está manchado por gomas y semanas,
por secantes más blancos que un cadáver
y tintas asustadas de su color siniestro.
Ven conmigo a la sombra de las administraciones,
al débil, delicado color pálido de los jefes,
a los túneles profundos como calendarios,
a la doliente rueda de mil páginas.
Examinaremos ahora los títulos y las condiciones,
las actas especiales, los desvelos,
las demandas con sus dientes de otoño nauseabundo,
la furia de cenicientos destinos y tristes decisiones.
Es un relato de huesos heridos,
amargas circunstancias e interminables trajes,
y medias repentinamente serias.
Es la noche profunda, la cabeza sin venas
de donde cae el día de repente
como de una botella rota por un relámpago.
su pecho está manchado por gomas y semanas,
por secantes más blancos que un cadáver
y tintas asustadas de su color siniestro.
Ven conmigo a la sombra de las administraciones,
al débil, delicado color pálido de los jefes,
a los túneles profundos como calendarios,
a la doliente rueda de mil páginas.
Examinaremos ahora los títulos y las condiciones,
las actas especiales, los desvelos,
las demandas con sus dientes de otoño nauseabundo,
la furia de cenicientos destinos y tristes decisiones.
Es un relato de huesos heridos,
amargas circunstancias e interminables trajes,
y medias repentinamente serias.
Es la noche profunda, la cabeza sin venas
de donde cae el día de repente
como de una botella rota por un relámpago.
Son
los pies y los relojes y los dedos
y una locomotora de jabón moribundo,
y un agrio cielo de metal mojado,
y un amarillo río de sonrisas.
Todo llega a la punta de dedos como flores,
a uñas como relámpagos, a sillones marchitos,
todo llega a la tinta de la muerte
y a la boca violeta de los timbres.
y una locomotora de jabón moribundo,
y un agrio cielo de metal mojado,
y un amarillo río de sonrisas.
Todo llega a la punta de dedos como flores,
a uñas como relámpagos, a sillones marchitos,
todo llega a la tinta de la muerte
y a la boca violeta de los timbres.
Lloremos
la defunción de la tierra y el fuego,
las espadas, las uvas,
los sexos con sus duros dominios de raíces,
las naves del alcohol navegando entre naves
y el perfume que baila de noche, de rodillas,
arrastrando un planeta de rosas perforadas.
Con un traje de perro y una mancha en la frente
caigamos a la profundidad de los papeles,
a la ira de las palabras encadenadas,
a manifestaciones tenazmente difuntas,
a sistemas envueltos en amarillas hojas.
Rodad conmigo a las oficinas, al incierto
olor de ministerios, y tumbas, y estampillas.
Venid conmigo al día blanco que se muere
dando gritos de novia asesinada.
las espadas, las uvas,
los sexos con sus duros dominios de raíces,
las naves del alcohol navegando entre naves
y el perfume que baila de noche, de rodillas,
arrastrando un planeta de rosas perforadas.
Con un traje de perro y una mancha en la frente
caigamos a la profundidad de los papeles,
a la ira de las palabras encadenadas,
a manifestaciones tenazmente difuntas,
a sistemas envueltos en amarillas hojas.
Rodad conmigo a las oficinas, al incierto
olor de ministerios, y tumbas, y estampillas.
Venid conmigo al día blanco que se muere
dando gritos de novia asesinada.
in:
Residencia em la Tierra / 1925-35
mais
poemas de Pablo Neruda